La reforma integral en El Puig se nos presentó como un desafío. Con un enfoque principal en la cocina, nuestra misión era unir este espacio con el comedor y aprovechar al máximo las vistas espectaculares al mar.
Decidimos que el color azul sería el nexo de unión entre la cocina y el mar, creando así una conexión armoniosa entre el interior y el exterior. Para mantener un ambiente fresco y acogedor, especialmente durante la temporada de verano, optamos por tonos más fríos pero acogedores en toda la vivienda. Este enfoque no solo resuelve la estética, sino que también contribuye a la sensación de frescura y tranquilidad que deseábamos crear.